V. SER ACEPTADO
La aceptación es importante para el niño en su desarrollo en grupo para congregarse siempre. ¿Quéhacer para que el niño sepa que es aceptado?
1. Reconocer que es único: el niño debe sentir que es aceptado, que es amado tal como es, con sus diferencias individuales. No se puede dar el mismo trato a todos los alumnos, porque presentan personalidades diferentes.
2. El niño deberá saber que es amado: el niño se da cuenta cuándo se está cerca de él para
ayudarlo a comprender. Es necesario enseñarle que no vino por casualidad a la iglesia infantil,
que El Señor lo mueve conforme a sus planes divinos, porque El ama al hombre.
3. Ser sinceros con el niño: la relación que se tenga debe enmarcarse por la sinceridad, acercarse al niño con interés genuino para conocerlo y ayudarlo. Evitar comentar acerca del alumno con otros niños.
4. Escuchar al niño: la verdadera comunicación se da cuando se escucha atentamente. Esta es una de las mejores maneras de decir al niño «te acepto». Al escuchar se abren las puertas del
acercamiento.
4. Tratar al niño como a una persona: es esencial ser cortés con el niño. Si se le pide algo,
decir por favor; agradecer siempre su favor (decir gracias). Practicar normas de cortesía.
VI. NECESIDAD DE AMOR
El niño en su crecimiento necesita afecto, quien carece del mismo, encuentra puertas cerradas a
través de toda la vida. La necesidad de sentirse amado se llena con:
1. Expresiones de amor: él tiene que ser práctico y al demostrarlo hacemos que la persona amada tenga confianza. El amor se comunica con expresiones verbales, otras veces con abrazos, con sonrisas, con palmear el hombro, dando un regalo sencillo. Es necesario escuchar con atención, por muy simple que parezca su plática. Sus dolores, sus quejas, el gozo comunica amor.
2. Compartir experiencias: conversar, comentar experiencias, reír, llorar, jugar, trabajar, hacer manualidades juntos, etc. Un sentido de unidad, comprensión y de comunicación dependen del hecho de compartir y estar juntos. El amor mira más allá de las travesuras infantiles, identifica a la verdadera persona, procura comprender la búsqueda de la identidad del niño. El amor escucha, aun cuando sea causa de dolor. El amor hace sentir seguridad.
VII. NECESIDAD DE ESTÍMULO
El niño quiere saber si es apreciado por lo que hace. Cuando siente gozo por haber agradado, se
esfuerza por hacerlo mejor. Muchos cometen el error de no alabar al niño por los logros alcanzados, sin embargo lo castigan si fracasa. La crítica pesa más que el estímulo. El elogio es el calor y la ternura que todos necesitamos para cambiar y ser mejores. El niño que no recibe alabanza por algo bien hecho, cuando lo merece, va a buscarla de maneras peligrosas. Por eso, cuando la "pandilla" lo alaba por mentir y robar, va a tratar de convertirse en un experto en ello.
Elogiarlo por lo que hace bien, por el empeño que manifiesta en hacer bien las cosas, por su iniciativa, indicándole, además, que podrá hacer mejores cosas con la ayuda del Señor.
¡Bendiciones!
Gracias por visitarnos esperamos que puedas conocer un poco mas sobre el trabajo que realizamos y que pases un rato agradable.
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Necesidades Basicas de Los Niños y Niñas (1)
I. NECESIDAD DE DIOS
Como un ser tripartito, el niño tiene necesidad de Dios, porque el alma solo puede estar tranquila
cuando Dios le da la tranquilidad (Sal. 62:1). Las necesidades espirituales son latentes, tanto en el
niño como en el adulto.
El niño también quiere alabar, adorar, ser consolado, experimentar el amor de Dios, su perdón, el
gozo, llenar el vacío que hay en su corazón. Un niño puede servir a Dios, caminar por fe, consagrarse, claro está que nunca se podrá comparar con un adulto.
Se debe guiar al niño para que busque a Dios en todo tiempo.
II. NECESIDAD DE LA DISCIPLINA
La disciplina se debe aplicar con amor, sabiduría y paciencia, pero sobre todo con la dirección del
Espíritu Santo. Una disciplina bien aplicada desarrollará el respeto por el maestro y por sus
compañeros de clase. Existirá mayor comunicación. No se debe disciplinar con enojo o con ira.
III. SENTIRSE IMPORTANTE
El niño quiere ser conocido dentro del grupo. Cuando carece de un lugar de estima, tratará de llamar la atención haciendo berrinches, llorando por cualquier cosa, fingirá estar enfermo, molestará a sus compañeros, gritará en ciertos lugares, hará bromas, botará objetos deliberadamente, puede agredir a sus compañeros, puede dormirse sobre el escritorio etc.
Para ello el niño puede realizar tareas pequeñas como barrer el aula, limpiar escritorios, colgar un cuadro, pegar carteles, distribuir materiales en el aula, asignar tareas que le entusiasmen y desarrollen en él el deseo de servir.
Generalmente en el aula, cuando se hace una pregunta directa los demás niños responden y el afectado no, cuando esto suceda, hemos de callar a los demás y oír al niño de quien se requiere la respuesta. Nadie debe responder o preguntar por otro.
Cuando el niño pregunte, habrá que escucharlo y verle a los ojos para que sienta que se le presta atención.
Cuando el niño es nuevo en la clase, se le debe presentar a sus demas compareños de clase.
IV. SENTIR SEGURIDAD
Esta es una necesidad interior de sentirse seguro, protegido, de estar sobre tierra firme. Para
lograrlo, el maestro debe practicar lo siguiente:
1. Ministrar amor al niño: el amor debe ministrarse constantemente al niño, tanto cuando se porta bien como cuando se porta mal. Es necesario hacerle sentir que se le ama y expresárselo con palabras y con abrazos, con palmaditas suaves en el hombro, con regalos sencillos, etc.
2. Disciplinario adecuadamente: el maestro permisivo de la indisciplina crea inseguridad. Como consecuencia el niño no podrá reconocer cuándo no debe hacer una cosa o cuánto se espera de él en el aula.
3. Sentir ser parte del grupo: el niño quiere saber cuánto lo aceptan, y es el maestro quien debe propiciar este sentimiento de aceptación por medio de actividades, compartir preocupaciones, orar juntos, pedir opiniones, ser miembro del equipo de fútbol, básquetbol o del grupo de teatro.
Principios De Enseñanza Aplicados Por Jesús
Es necesario establecer un punto de contacto entre el discípulo y el maestro. Para lograrlo, El Señor utilizó diferentes principios y métodos, dentro de los cuales podemos mencionar:
1. La sorpresa: los alumnos no sabían qué enseñaría el Maestro, estaban a la espera de algo nuevo y efectivo; por ejemplo, no esperaban conocer del impuesto, pero aprovechó la oportunidad para enseñarles sobre ello (Mt. 17:24-27).
2. La variedad: sus temas eran diferentes, no se repetían; su programa del día era variado, cambiaba de métodos; por ejemplo, el capítulo 17 de Mateo nos ilustra que enseñó en un monte alto, se transfiguró delante de sus discípulos, muestra a Moisés y a Elías, se escucha la voz del Padre, los discípulos tienen oportunidad de formular preguntas, da oportunidad a ejercer el poder delegado, cambia de lugar, va de un monte a un pueblo, envía a pescar, etc.
3. Lo conocido: para enseñar que El era El Señor del día de reposo, hizo mención de la historia de David, cuando tenía hambre y entró al templo con sus soldados a comerse los panes de la proposición, (Lc. 6:1-5). Esta era una historia conocida que despertó interés, por eso la escucharon con atención.
Al contar una historia a un niño, este es beneficiado, quedará satisfecho y lo motivará. Al niño le
fascina lo conocido pero se debe tener el cuidado de no abusar de lo que ello.
4. La participación: los alumnos participan haciendo preguntas, llevando objetos, dracmas, pan, pescados, etc.; llevando los rollos, personas necesitadas, dando respuestas, buscando aposentos, etc.; es decir, que se planifique la participación del maestro y del alumno.
5. De relación: relacionaba el tema de su enseñanza a la necesidad imperante; ejemplo, predica el arrepentimiento cuando ya no lo hacía Juan el Bautista.
6. La individualidad: cada alumno era diferente en su carácter (Pedro), su fe (Tomás), sus emociones (Juan), grado de percepción (Judas), etc. Jesús identificó cuál era el proceder de ellos y los trató adecuadamente previo conocimiento.
7. Creatividad: aprovechó actitudes, pensamientos, aglomeraciones, estados físicos de las personas (enfermos) para enseñar, usando métodos diferentes.
8. La voz: al Señor le gustaba tanto enseñar que utilizaba su voz con maestría, El habló con tono de conversación, en voz baja, otras veces con voz fuerte al tratar a los fariseos, a Pilato, al sumo
sacerdote, etc. Esto es adecuar la voz, conversar o gritar cuando las circunstancias lo ameriten.
9. El tiempo: para enseñar se tomaba un tiempo determinado, dio lecciones con duración corta, Ej: Jn. 12:1-12; Mt. 22:15-22; Mr. 10:17:27, también de mediana duración como en Lc. 5:29-39; Mt. 14:22-33, y de larga duración como podemos observar en Lc. 5:17-26; Lc. 24:13-35 y Jn. 21:1-24.
10. El contacto: pasaba el tiempo necesario con sus alumnos, valoró el contacto personal para orar, ministrar, enseñar, etc.
11. El discernimiento: identificó los pensamientos e intenciones del corazón, el sentido de las
preguntas. Ejerció los dones guiado por el Espíritu Santo. El conocía a todos, (Jn. 2:24).
Nosotros para lograrlo debemos observar atentamente al niño, si es posible escribir en un
cuaderno cómo el niño se comporta durante el tiempo observado en clase, fuera del aula, en el
templo, en el campo, etc.
12. Libertad de acción: El Señor permitía que el alumno pusiera en juego su creatividad, su
capacidad de expresión, su razonamiento al presentar ideas y conclusiones. Ej: Jesús preguntó
a Felipe: ¿de dónde compraremos pan para que coman estos? con la intención de conocer lo que
este pensaba o había aprendido (Jn. 6:5,6). Felipe expone sus ideas. En este acontecimiento
participan todos distribuyendo los panes y los peces en el orden que quisieran, pero al final
tendrían que reunir lo que había sobrado (Jn. 6: 10-13).
13. Ser positivo: Observaba las cosas buenas, elogiaba actitudes positivas. Ej: elogió al centurión y a la mujer cananea por su gran fe. Reprendía, amonestando, procederes incorrectos, etc.
14. Soluciones: Era práctico, daba respuestas concretas, solucionaba problemas abstractos con
ejemplos concretos. Enseñaba sobre la vida abundante del Espíritu Santo, hablando de ríos de
agua viva, en el momento en que todos tenían sed, en el último día grande de la fiesta (Jn. 7:37-
39).
15. Practicar lo enseñado: Enseñó que la hija de Jairo estaba solamente dormida y lo demostró resucitándola al igual todo maestro de niños debe practicar sus enseñanzas
El Maestro de Niños
Cristo enseñó a hombres, a mujeres y a niños. Los niños llegaban a El porque entendían y tenían el deseo ferviente de estar con su maestro, por eso dijo a los adultos: «Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis...» (Lc. 18:16).
Para ser un maestro de niños hay que tener las cualidades del Maestro, para comprender mejor, describiremos las cualidades en forma más particular, así:
1. ATRACCIÓN: Atraer es provocar interés en una persona, afecto, deseo de acercamiento, por
ejemplo: El Señor enseñaba a la samaritana de una manera tan especial que ella quedó maravillada al igual los niños se acercan al maestro para recibir un trato diferente, trato lleno de amor, de forma imparcial para no crear sentimiento de rechazo.
Jesús enseñaba porque amaba a las personas.
2. ENCANTO: Cautivar la atención con la hermosura y el talento.
Jesús cautivó la atención de multitudes guiado por El Espíritu Santo, con la hermosura de su
expresión y el talento, porque utilizaba con gran maestría los recursos visuales y didácticos que tenía a su alcance los usaba de manera tan acertada, que su mensaje impactaba en la vida de la mayoría de sus oyentes.
Lucas 4:22 dice: «y todos daban buen testimonio de El, y estaban maravillados de las palabras de
gracia que salían de su boca».
Las cosas que enseñaba las relacionaba a la vida. Enseñaba verdades que los demás podían reconocer y poner en práctica. Hablaba de tal forma que el hombre común podía entender. Conocía la eficacia de atraer la atención y mantenerla.
3. BUENA VOLUNTAD
Enseñar debe ser un servicio voluntario, una actitud que nace del corazón, un servicio por amor, que significa entrega total.
4. AYUDADOR
El maestro debe estar presto para ayudar al niño a salir de sus problemas de aprendizaje, de su
relación con los demás, etc. Servir como punto de apoyo al niño.
El trato con el niño no se limita solamente dentro de cuatro paredes, sino muchas veces se extiendehasta su hogar.
Jesús conocía y entendía a la gente, observaba a aquellos que lo rodeaban, era sensible a las
necesidades de sus alumnos, tenía misericordia..